Dislocación de hombro y su tratamiento para una recuperación completa

De forma general, un hombro dislocado va a ser fácilmente reconocido por nuestro médico o fisioterapeuta con una simple exploración física. En algunos casos, puede ser que se necesite realizar una radiografía para confirmar o descartar el diagnóstico. Lo más común es que los tratamientos aplicados en estos casos sean de reposo, conservadores y no operativos. Pero, veamos más cosas sobre la dislocación de hombro y los posibles tratamientos a seguir para conseguir una recuperación completa.

Dislocación de hombro. ¿Qué es?

La dislocación de hombro se produce con mayor frecuencia a causa de un traumatismo. Es decir, una caída, golpe o movimiento brusco, generalmente, en la práctica de deportes de contacto. Pero también puede darse en personas con antecedentes de ligamentos laxos o historial de dislocaciones. Estas personas son propensas a dislocarse el hombro incluso en actividades prácticamente inocuas como cambiar de postura durante el sueño o intentar alcanzar un libro en lo alto de una estantería.

Un hombro dislocado es una lesión de los ligamentos que unen clavícula y omoplato. Los síntomas son muy evidentes ya que, aparte del intenso dolor, se observa a simple vista el hombro fuera de su lugar. También se aprecia inflamación, hematoma y la limitación de movimiento del brazo.

Tratamiento

En la mayoría de los casos, la lesión no va a requerir ningún tipo de cirugía. De hecho, como decíamos anteriormente, tratamientos de reposo, hielo, antiinflamatorios y analgésicos, suelen ser suficiente para aliviar el dolor.  De esta forma, lo más habitual es que el paciente recupere por completo el movimiento del hombro en unas pocas semanas. Sin embargo, es muy importante acudir a un especialista porque el diagnóstico de la exploración física y visual deberá ir acompañado de una radiografía. Esta es necesaria, puesto que puede desvelar otros daños además de la dislocación y para descartar posibles fracturas que hayan podido producirse.

En el caso de que el paciente no sufra mucho dolor y el hombro no presente una inflamación fuerte, el especialista puede intentar, siempre con movimientos suaves, que los huesos del hombro recuperen su posición natural.

Generalmente, el tratamiento más empleado es la inmovilización del hombro mediante una férula o cabestrillo que impida el movimiento. La duración dependerá de la gravedad de la lesión, pudiendo ir desde tan solo unos días hasta 2 o 3 semanas de inmovilización. Después, llegará el turno de un ciclo de rehabilitación que le confiera al hombro la amplitud de movimiento que tenía antes de la lesión.

En Fisant, contamos con los recursos necesarios para tratar la dislocación de hombro. Trataremos tu lesión con sumo cuidado y profesionalidad para lograr una pronta y completa recuperación. ¿Te ayudamos?

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